martes, 24 de julio de 2012

Estrategias de interacción oral en el aula

Estrategias de interacción oral en el aula


Una didáctica crítica del discurso educativo



Capítulo I

Perspectivas pedagógicas y didácticas

El acto educativo como acto discursivo comunicativo

El acto educativo es, en primera instancia, un acto comunicativo, acción para el intercambio de proposiciones que se materializan en el discurso educativo. En consecuencia, las relaciones entre los actores de la puesta en escena educativa son recíprocas. En segundo lugar, con el énfasis en un enfoque didáctico comunicativo es necesario reconocer que existen diversos modos de aprender. En tercer lugar, los espacios institucionales no son los únicos ámbitos de aprendizaje ya que otros agentes educativos, otros contextos donde, efectivamente, se aprende y, para el caso de las universidades, se requiere pensar de nuevas gramáticas que posibiliten el desarrollo de competencias y habilidades.

La pedagogía activa

En la pedagogía activa sobresale la acción, activación y niveles de praxis. Para Hernández (1991, p.71), la activación no sólo comprende el efectuar sino la acción orientada para aprender. Se puede destacar en esta pedagogía cuatro aspectos: la espontaneidad como norma auténtica, lo funcional en el desarrollo de los desempeños intelectuales y morales, lo social en las aproximaciones grupales evocadas desde el aula para la vida y el sujeto como constructor y experimentador de la cultura.

Cuando se realiza un recorrido por los planteamientos seguidos por la llamada Pedagogía Tradicional, en la cual el papel de la escuela es el de preparar intelectualmente a los alumnos, se encuentra una fortaleza en el docente, el cual debe desarrollar sus propias competencias antes de entrar en el diálogo con los estudiantes. El problema se halla en la didáctica, en el cómo lograr la formación y en las estrategias que se habrán de utilizar para enseñar a aprender o el aprender a enseñar. En el camino, como una explicación reflexiva y crítica de esa pedagogía tradicional, surge la llamada Pedagogía Liberadora o de la Liberación que cambia el foco del proceso enseñanza –aprendizaje y coloca como eje la investigación. Sin embargo, aparecen dentro de esta visión modelos pedagógicos contemporáneos que definen al docente como orientador, encargado de estimular la conciencia y el desarrollo del pensamiento crítico, guía capaz de ayudar a los estudiantes a participar en su propio proceso de conocimiento.

De las didácticas hacia una didáctica critica

En los últimos años se propende por una didáctica y una pedagogía que trasciendan los modelos que propenden por la simple transmisión de información, hasta la formulación de maneras de enseñar en las que el individuo construye conocimientos, mediado por la tecnología, con la orientación de un guía. En este orden, la didáctica crítica que se propone aquí, no pretende desconocer las variadas tendencias pedagógicas, sino retomar aspectos esenciales que han sido esbozados por científicos y teóricos como el deber ser del aprendizaje, para colocarlos en acción mediante el uso de las técnicas discursivas de interacción grupal.

Didáctica, crítica y contexto

El vocablo contexto alude a la construcción mental que el sujeto elabora de su relación con el mundo. En este sentido, los contextos vienen a ser las representaciones mentales subjetivas.

La didáctica crítica es una forma de relación enseñanza aprendizaje que utiliza como estrategia la filosofía de taller y sus maneras de conocimiento con la participación activa del estudiante y del profesor, en calidad de orientador. Así, la función de la didáctica de la interacción en contexto, en la relación enseñara y aprender es promover el aprendizaje eficiente y eficaz del alumno. El profesor, a través de la didáctica crítica será entonces un promotor de un proceso de interacción contextualizada en el que se establecen interrelaciones e intercambio de experiencias.

El discurso desde la didáctica crítica

Los modos de construir conocimiento se relacionan con el desarrollo de una competencia discursiva y para ello se necesita asumir una didáctica crítica que permita el acceso, generación y apropiación de conocimientos en un contexto de diálogo, autonomía y respeto por la palabra de otros.

Capítulo II

El taller crítico, un mediador del acto comunicativo

Hacia una definición de taller

Etimológicamente, taller es una palabra que viene del francés, atelier. Es sinónimo de ouvroir : lugar donde se trabaja una obra de manos. La definición del taller como estrategia de enseñanza-aprendizaje implica determinar algunos presupuestos, que se consideran equivocados. En este orden de ideas, en múltiples ocasiones se ha confundido el taller con el seminario; en otros casos, con el trabajo de laboratorio y algunas veces con tareas prácticas.

Si se toma en consideración la conceptualización primaria del vocablo taller para aplicarla a la pedagogía, el alcance es el mismo; el taller es una manera de enseñar y, sobre todo de aprender, mediante la realización de algo y de alguna manera se vuelve a aquella definición pragmática planteada por Charles S. Pierce (1987, p.7), quien plantea que signo es aquello que significa “algo” para “alguien”. Para el caso, el taller es una estrategia pedagógica, aparentemente simple, que por su metodología de aprender haciendo en grupo, permite construir sentido a esos “alguien” que participan en él, con el fin de aprehender y conocer “algo”, desde la intersección integral en el proceso.

El taller crítico

De acuerdo con lo expuesto anteriormente, el taller consiste en la reunión de un grupo de personas que desarrollan funciones o papeles similares, para estudiar y analizar problemas y producir reflexiones, conclusiones o soluciones de conjunto. El adjetivo crítico que se vincula a la palabra taller, alude a uno de los objetivos rectores de la educación y es el de lograr que los estudiantes desarrollen un pensamiento capaz de cuestionar evaluar y valorar para construir nuevos sentidos en el proceso de aprendizaje. Mediante el taller crítico los participantes ejercen su labor desde un pensamiento crítico que facilita su razonamiento.

El taller crítico y la pedagogía activa

El taller crítico se inscribe en una pedagogía activa que moviliza al estudiante a pensar de manera crítica y pone en tela de juicio el método tradicional que se refiere a la simple transmisión de conocimientos en donde el estudiante repite a partir, sobre todo, de lo captado por la memoria. En conclusión, el taller crítico plantea un reto: tanto el docente como los estudiantes deben compartir un papel en primera línea, protagónico, en el proceso de enseñanza –aprendizaje. El taller crítico facilita el aprendizaje por descubrimiento, lo que implica una combinación entre la formación teórica y la práctica, aunque es preciso apuntar que, dadas las limitaciones evidentes de los currículos académicos y de la propia estructura del sistema educativo. El taller crítico permite, además, una evaluación más sistemática y completa del estudiante, además el taller crítico posibilita un trabajo multidisciplinario e interdisciplinario.

En el desarrollo del taller crítico, la base sustancial es el grupo conformado por el docente y sus estudiantes. Sin embargo, de acuerdo con los problemas planteados, podrán participar en interacciones grupales, expertos en los temas o, inclusive, docentes y discentes de otras disciplinas. El profesor actúa de moderador, coordinador o facilitador del taller y él cual presenta un plan de curso, las tareas previstas, el tiempo requerido, plantea la metodología y la forma en la cual se deben presentar los resultados. Para lograr los propósitos, el taller crítico hace uso de las interacciones grupales. Las interacciones que se propician en el desarrollo del taller crítico como estrategia pedagógica, permiten el intercambio de conocimientos de los procesos y fenómenos académicos y psicosociales que se producen en los participantes. Al finalizar cada sesión del taller, el moderador general, invita a los participantes a dar sus valoraciones de las conclusiones obtenidas por el subgrupo.

El taller crítico como estrategia didáctica

En la realización del taller como estrategia didáctica, la pedagogía activa hace posible que la clase magistral sea reemplazada por las actividades que implican un trabajo participativo en el cual surgen problemas que se transforman en temas de reflexión sobre las acciones que se realizan y que se proyectan realizar. Para la puesta en escena del taller crítico se requiere una complicidad entre el docente y estudiante, de modo que ambos puedan lograr sus objetivos, aprovechando los recursos que brinda esta didáctica. Por lo tanto, se necesita de un docente dinámico y comprometido con su quehacer que realice seguimiento a los resultados de su trabajo.

El contexto del taller crítico

El taller crítico se puede ejecutar en múltiples espacios, de acuerdo con la estrategia específica que se quiera poner en escena. Puede hacerse dentro de la misma aula de clases o en un escenario abierto extrauniversitario, también en un salón de conferencias, una sala de cine o en un lugar de recreación. Lo importante es la adecuada planificación y programación de la técnica que se va utilizar para socializar. Una de las características del taller crítico es el trabajo en equipo que es enriquecedor para los participantes, pero también es imprescindible el manejo de técnicas adecuadas y el uso de estrategias de interacción para que afloren las potencialidades del grupo y de los individuos agrupados para los participantes.

El taller crítico se lleva a cabo también cuando el docente está dispuesto a conformar sus conocimientos y su metodología con los estudiantes, en una relación biunívoca. El taller crítico reemplaza el simple hablar recapitulativo y repetitivo, por un hacer productivo en el que se aprende haciendo; en él todos tienen que se aprende haciendo; en él todos tienen que aportar para resolver problemas concretos y llevar a cabo determinadas tareas.

BIBLIOGRAFÍA

MUÑOZ, CLARENA y otros (2011). Estrategias de interacción oral en el aula: una didáctica crítica del discurso educativo. 1.ª ed. Bogotá: Magisterio.



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