Cap.1 pág. 9-24. Poder mediático y manipulación ideológica.
Autor: Béjar, Héctor.
Resumen:
La ideología
El significado del concepto ideología ha dado lugar a polémicas. Podemos entender por ideología un conjunto articulado de ideas y criterios acerca del mundo que trata de explicarlo e incluso de normarlo. La ideología no es el mundo real sino una versión y una visión del mundo en que siempre será difícil separar lo real de lo imaginado. Para Marx, la ideóloga era un “conjunto de ideas que surgen de un conjunto dado de intereses”. Esas ideas, para Antonio Gramsci deben convertirse en sentido común de la sociedad y ser asumidas como algo natural para que los grupos dominantes puedan ejercer su dominio sobre la sociedad.
Toda ideología es parcial o totalmente una invención. En las ideologías más duras lo ideológico, la interpretación, y lo normativo, aquello que se debe o no se debe hacerse o pensar, casi siempre van juntos.
Los medios
José Ma. Gonzáles–Serna Sánchez define a los medios de comunicación como sistemas de transmisión de mensajes que se difunden a un gran número de receptores a través de diferentes técnicas y canales.
El emisor suele ser un equipo o una organización mientras los receptores son colectivos. La comunicación es unilateral: los medios modernos necesitan receptores pasivos y enfatizan la necesidad de contar con ellos. Emplean canales artificiales con tecnología compleja y elevado coste lo que los hace inaccesibles a quienes no cuentan con grandes recursos económicos.
Se puede clasificar los medios según si usan canales visuales como la prensa y el internet, canales audiovisuales como la televisión, el cine y el internet o canales auditivos como la radiodifusión. Los carteles publicitarios también son muy importantes para la transmisión de contenidos.
Neoliberalismo e ideología
Una característica del neoliberalismo en el mundo actual es que niega ser una ideología, pero aspira a todo aquello que caracterizó a las ideologías totalitarias más duras: ser un pensamiento único y silenciar a sus opositores. Sus seguidores tienen un dios que es el becerro de oro, una metodología que es el mercado, y muchos enemigos que son aquellos que llaman el populismo, el estatismo, el socialismo, el comunismo y cristianismo liberador. El neoliberalismo tampoco acepta discrepancias y proclama tener al terrorismo como su principal enemigo, mientras sus gobernantes lo practican en gran escala. Y sus voceros dicen que son apolíticos cuando hacen política todos los días. Por eso el disfraz léxico es crucial en la tarea del encubrimiento o falsificación de la realidad.
Los medios en la política
Los medios forman hoy día parte del poder. Se supone que influyen en la opinión pública, aunque esta suposición exagera casi siempre su capacidad de marcar realmente las opiniones de las personas. Es cierto, sin embargo, que, como se dice, la política es hoy día un espectáculo: un escenario que tiene actores y esos actores se muestran en los medios. Y si no están en los medios no están en la política. Precisamente la exageración de lo que denominamos el escenario político o la política como espectáculo sirve para distraer a las masas de esos ámbitos de decisión.
En la vida cotidiana se trata de influir en las personas sin decirlo y sin que ellas se den cuenta, excepto aquello en que los poderes económicos y de la fuerza están especialmente interesados. .
En los programas políticos tiene que presentarse denuncias y para eso debe haber investigación. En el terreno político los medios se juegan como parte importante de la lucha por el poder. Asegurada estructuralmente la dominación económica mediante el complejo militar burocrático, la dominación mediática solo sirve para afianzar la otra dominación recordando a los consumidores la manera correcta de pensar y actuar.
Los medios en el mundo de la vida
Los medios son los acompañantes de gente pasiva, no pensante, preocupada solo por la supervivencia. Son los ojos y oídos, pero también la mente de las multitudes que las relevan del trabajo de analizar, evaluar, sopesar la información. Pero para cumplir ese rol los medios deben ser requeridos y aceptados. Su inmersión en las multitudes lo hacen mediante el movimiento intenso, el color fuerte, el ruido estridente, los gritos en la radio, el escándalo en la prensa.
Para existir, los medios necesitan financiarse. Precisan un financiamiento mayor. Ese financiamiento procede de los comerciantes. Para los comerciantes los medios son indispensables. Son la única forma en que pueden llegar a un mercado masivo en una situación en que el mercado se ha tragado a la sociedad. Carentes por lo general de cultura literaria y musical, no tienen cultura que transmitir. Y han convertido a los medios de expresión en bienes de consumo.
Los medios son parte de una cadena insaciable e infinita de consumo que genera la riqueza a su vez infinita de quienes son dueños del mercado. Y este consumo está segmentado según los sectores económicos.
La vinculación de las personas con el sistema capitalista actual y con su alejamiento de cualquier posibilidad socialista se da precisamente a través del consumo. Es el consumo aquel poderoso vínculo que marca las adhesiones y preferencias, o la esclavitud de los sujetos, a lo que llamamos sistema, es decir, el complejo burocrático, monetario y represivo que ha dominado la sociedad de nuestra época.
Lo ideológico reside en que al tiempo que se promueve cómo ser, también se dice cómo no ser. Lo normativo, lo prohibitivo, está tras la sobreexposición de los deseable. Cada elección en positivo implica cien definiciones en negativo.
El público de los sectores C, D y E se siente entonces vinculado al sistema aunque esté excluido de él. Puede ir a los supermercados y a las tiendas de departamentos aunque no sea a comprar sino a mirar.
Y a la vez el sistema tiene una televisión y una prensa, un complejo mediático que es tan importante como el complejo burocrático, monetario y militar.
En el mundo de la televisión, la señal abierta y los paquetes mínimos de cable están dedicados a los pobres. Los paquetes completos de cable están destinados a las clases altas. Los paquetes restringidos a las clases bajas. Los paquetes completos tienen canales de calidad. Los restringidos, avisos y basura mediática. Los mensajes están segmentados. La televisión debe crear la ilusión de que es a la vez defensora de los pobres, transgresora del sistema y cómplice de los humildes. En los programas informativos conviene mostrar a los muertos, a los descuartizados, a las niñas violadas en una fiesta de abuso, dolor y sangre para despertar el morbo a la vez que la compasión por las víctimas. Los colores fuertes y definidos son necesarios, los matices están demás. Los delincuentes siempre serán sanguinarios, muy malos. En el mundo de la televisión no hay grandes sino pequeños y medianos ladrones convertidos en estrellas del mal.
Perspectivas
Lo importante es que con cierta frecuencia la vida cambia y los medios pierden el control. En la lucha por los derechos humanos bajo el régimen de Fujimori los medios fracasaron. En lo demás sus argumentos son demasiado torpes para ser convincentes. La sociedad necesita recuperar los medios. Ellos deben volver a ser controlados por la sociedad. Hay una lucha constante entre una sociedad cada vez más compleja y unos medios que quieren controlarlo todo.
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